LAS ARTES MARCIALES: VIVIR Y MORIR

A veces, caminando por las calles de la City, los autos pasando raudamente al costado de uno, pienso en lo sencillo que sería comprobar si existe o no la vida después de la muerte. Basta bajar el cordón de la vereda justo en el momento oportuno para comprobarlo.

Tengo tanta curiosidad por saberlo…aunque la ciencia lo dijo todo y ya nos adelante como viene el panorama. Devil no tiene dudas de que lo único que nos espera del otro lado es la nada. Morimos y punto.

Y a veces, cuando compruebo lo cruel y desalmada que es la especie humana no me quedan dudas de que es así. ¿Realmente merece Otra Vida el ser humano? Dirán que no todos somos miserables y que dentro de la carroña humana hay personas rescatables. Y digo yo, ojala tuvieran razón (en la foto, un retrato que tomé en el Subte, un borracho, refleja el futuro de Latinoamérica si no se hace algo ya.)

Hoy entrené duramente con Devil. Tiene tanta agilidad y velocidad que es casi imposible poder proyectarlo con alguna técnica. Sabe todos los puntos flojos de las artes marciales, y concuerda con el fallecido Bruce Lee de que les falta fluidez. La única que mantiene cierta fluidez es el Aikido(mi arte)

Ayer lo vi pelear con tres tipos a la vez. ¡ Qué diferencia con las películas! La realidad siempre es distinta. Cuando te enfrentas a varios oponentes no hay tiempo para rodeos.

No se puede pegar a puntos físicos del cuerpo que no produzcan daños reales. Hay que atacar directamente en los puntos vitales: no los diré abiertamente, porque esas cosas no se dicen a cualquiera, aunque en las clases de Sipalki se enseñen (y yo aquí mencione algunos).

Tres oponentes no te darán tiempo a nada. Por eso Devil dejó fuera de combate al primero con un golpe profundo en el tabique de la nariz, que rozó el ojo y retoñó sangre.

Al otro lo derribó con una patada en los testículos y otra - cuando se vino hacia delante el oponente - directa en la boca del estomago. Lo usó a éste mismo para lanzárselo al que quedaba de pie, que amagó pegarle al rostro de Devil, pero chocó frontalmente con su fenecido amigo.

Un segundo después, Devil lo tenía de la garganta tan fuerte que casi temí que lo asesinará en plena calle. Pero cayó derecho el suelo, donde le desfiguró el rostro de un punta pie.

Abandonamos la escena como siempre, a toda prisa. Era de noche, y en aquella zona de O siempre se juntan criminales y ladrones.

En realidad volvíamos de castigar a un corrupto que dejó en la calle a dos abuelitas.
Pero en el camino, como ocasionalmente pasa, nos topamos con aquellos tipos que nos quisieron robar…Jaja. Justo a nosotros. Justo a Devil.

¿Su alumno? Lo último que me enteré es que estaba con una costilla fracturada, en reposo.


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