VENEZUELA EN KAOS
Es penoso ver, cada vez que viajo, Venezuela en decadencia. Las colinas, montañas llenas de casas precarias, almacenando futuros marginados de los cuales muchos irán a delinquir.
Como una colonia de avispas, lentamente se acercan a la ciudad, llevando una ponzoña capaz de atemorizar a cualquiera que salga después de hora. Las noches en Caracas son temibles, desoladas, peligrosas. Es mejor no aventurarse a las afueras si no quieres llamar al infortunio.
Los secuestros son la moneda corriente. Pero incluso hay una banda que asola las noches caraqueñas en motos, asesinando mendigos y gente propia de la calle. La última vez que estuve por ahí, una cabeza rodó por las aceras.
Y en tanto, el tergiversador y asesino de Hugo Chavéz se blinda en su propiedad, ajeno a todo, solo preocupado por un enemigo imaginario que siempre es buen pretexto para hacer notoriedad. Se percibe que su anhelo es pasar a la historia. Pero no lo hará como un libertador, sino como un asesino.
Como una colonia de avispas, lentamente se acercan a la ciudad, llevando una ponzoña capaz de atemorizar a cualquiera que salga después de hora. Las noches en Caracas son temibles, desoladas, peligrosas. Es mejor no aventurarse a las afueras si no quieres llamar al infortunio.
Los secuestros son la moneda corriente. Pero incluso hay una banda que asola las noches caraqueñas en motos, asesinando mendigos y gente propia de la calle. La última vez que estuve por ahí, una cabeza rodó por las aceras.
Y en tanto, el tergiversador y asesino de Hugo Chavéz se blinda en su propiedad, ajeno a todo, solo preocupado por un enemigo imaginario que siempre es buen pretexto para hacer notoriedad. Se percibe que su anhelo es pasar a la historia. Pero no lo hará como un libertador, sino como un asesino.
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