MUERTE DE UN DEMONIO

A todos les llega la hora. Incluso a los tiranos que aspiraban a inmortales. En esta fotografía – cuya fuente no puedo ni quiero revelar - vemos a Fidel Castro en su sarcófago final.

No hay trucajes ni retoques. El único trucaje lo tiene ahora el pueblo de Cuba que sigue creyendo –por videos falsos, filmados tiempo atrás, porque no se difundió la verdad – que su líder tirano sigue con vida.

Pero así es. Lideró casi media década pero su vida, como la de todos, era finita. Y aquí lo tienen: por fin consiguió lo que todos conseguiremos, salvo por una cosa que él tiene y nosotros no: su inmortalidad en la historia. Su inmortalidad como el mayor tirano que sometió por tanto tiempo a un pueblo. Así, creo yo, lo recordaremos. Que no descanse en paz.

Venga, no se lo crean, sería lindo que todo esto que digo fuera cierto, pero lamentablemente "yerba mala nunca muere".