MUERTE EN HOLLYWOOD

Y decía. Que extraña muerte la del actor Heath Ledger. Supongo que nadie, ni siquiera él, se la esperaba. Es extraño ver como son los manejos del destino que acaban con la vida en pleno apogeo de un brillante actor y deja vivir a seres crueles como Hugo Chavez , Fidel Castro, George Bush, y ese largo etcétera que tan bien conoce usted lector como yo.
Pero a veces, he de suponer, la frase de Butler Lytton es cierta: ” La fama tiene poco que dar para lo que el corazón puede perder“. Y lo que más me sobresaltó, a diferencia de lo que muchos puedan pensar - y espero perdonen mi falta de compasión - fue la friolera que pagaba el actor por alquilar un loft del Soho: 15.800 Euros al mes! Vaya, uno pensaría que teniendo tan excelente economia, como todo actor hollywoodense, nada puede salir mal. Pues si estas estresado te tomas un siglo sábatico y descansas si quieres. Y si tienes problemas de sueño, pues te vas a la India a meditar por una centuria.
Claro que todo ello lo puede un personaje famoso, con dinero, y con acceso a cualquier parte del mundo que quisiera. Los que vivimos todavía aquí abajo nos cuesto lo indecible ir al extranjero: no sólo dinero, sino pasaportes. Pero sucede que los que pueden no lo hacen, y, metidos en el torbellino de la fama siguen y siguen. Y su ambición es grande. Y está bien, siempre que se moderen.

Quizá por ello haya tantos hombres que , en secreto y con una perseverancia increible, se sumen en un mutismo de años para lograr lo que llaman muchos imposible, increible, o quimera. Esa busqueda, de la que tengo noticias, es el unico consuelo que puede dar la vida ante tanta desdicha. Y es la unica llave para lograr que el mundo mejore. Es la llave que conduce a los palacios secretos del poder.
La pregunta que uno se hace es si uno seguirá siendo quien es, o quien cree que es, cuando logre alcanzar el poder. Si el mismo poder no lo cegará en medio de tentaciones. Quizá si tiene en mente de donde viene y adonde va pueda hacerlo. Pero si tiene en mente la basura de cultos y gurues sin más, que le prometen dichas aún después de muerto, pues seguirá pasandola bien aqui abajo, olvidandose de los demás.
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