VENEZUELA

Estoy menos agresivo. Lo sé. Alguno lo notará.

Ahora, si tú piensas darte una vuelta por Venezuela, te aconsejo que te predispongas a la mala atención en los comercios. Los vendedores, los empleados, atienden con tanto desgano que sinceramente no sé que hacen trabajando en algo que realmente detestan. Claro, el dinero. Siempre el dinero.

Si vas a reservar en un hotel te darás cuenta lo dificil qué es. No sólo por los precios estratosféricos. Sino porque nunca te atienden como es debido. Y si piensas rentar un departamento por el periodo que estés, pues olvidalo!! Los precios no andan por las nubes, andan por otra galaxia ya. Alquileres de apartamentos que oscilan los 1000 a 3000 dólares. Y no bajan, si no es yendo a una pocilga mugrienta.

Lo peor de todo es que el sueldo promedio es de 100 dólares al mes (tasa contabilizandola siempre al dolar del mercado paralelo).

Ayer veía la pelicula “Soy Leyenda”. Siempre me han gustado esa clase de peliculas donde el protagonista está sólo en el mundo, sin nadie que lo ayude, con una amenaza existente rodeándolo. Remake de la vieja pelicula El Hombre Omega. Pues en cierto modo algo de parecido tiene con Venezuela: cae la noche aquí, en Caracas, y es mejor no salir de pie por lado alguno. Los robos, asesinatos y violaciones hacen de Caracas la capital más insegura que existe en latinoamerica.

Cae la noche, y todos dicen: no es seguro salir. Y es que no sólo se llegan a oir algunas noches disparos por doquier, sino los choques y secuestros no tienen mejor hora para hacerse.

En fin, no vayas a creer que Venezuela es la peor nación que existe. No es así. Solamente ocurre que como país del tercer mundo, como país comunista, las secuelas se dejan ver lo quiera uno o no lo quiera. La gente vive sumida en miedo, los vidrios de los coches cerrados y polarizados. La polución por todos lados, pero los vidrios de los coches cerrados, indiferentes al detrimento del país.

Y siempre -según me dicen, desde hace algunos años viene ocurriendo - la cara de culo del venezolano para atenderte.

Afortunadamente estoy de paso por aquí. Observando y registrando. Planeando mis pasos por tierra americana, allí donde desde niño me sentí fascinado.

Ah, la foto la tomé yo.