SER DUEÑO DEL PROPIO DESTINO

Pero su felicidad se vio empañada en los últimos años por serios problemas de salud.
Por eso, a principios de mes, Edward y Joan tomaron una decisión: terminar con sus vidas.
Viajaron a Suiza y se internaron en una clínica especializada en suicidios asistidos, donde fallecieron como realmente quisieron.
"Murieron en paz y en las circunstancias que ellos eligieron", explicaron sus hijos.
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